Me voy hacia la montaña
a buscar la soledad
que alumbra la oscuridad
de la ausencia que me daña
el pensar que ella me extraña
provoca que al fin se escombre
el corazón de este hombre
que se pierde en un tropel
con la esperanza de que el
viento te bese en mi nombre
Uno aprende de repente
con una actitud sincera
que entre el viento y la bandera
lo que se mueve es tu mente
uno vuelve a la vertiente
cuando empieza a meditar
y al fin logra apaciguar
la furia de las tormentas
que quería a fin de cuentas enseñarme a contemplar
Los eventos del pasado
influencian el futuro
pero borra en un murmuro
el presente lo planeado
del plan que habían trazado
el tiempo nada conserva
pero la mente exacerba
lo que dicta la razón
creando la ilusión que el futuro nos observa
Poco a poco tu mutismo
me fue carcomiendo el ansia
aumentando la distancia
convirtiéndola en abismo
todo al final dio lo mismo
pero nada lo lamento
por que hoy disfruto del viento
mirando el atardecer
sin saber si pude ser
de tu mente un pensamiento